Las perturbaciones emocionales producidas en la familia, el trabajo o la escuela y en las que tú reaccionas irracionalmente, si te paras a pensarlas y examinas las cosas irracionales que pasan en la vida, te darás cuenta que hay unas experiencias o acontecimientos activadores que encienden (llamémosle A) o son la chispa que provocan esas perturbaciones emocionales o consecuencias emocionales (llamadas C), con profundos sentimientos de ansiedad, depresión y tristeza.
Si tú tienes un buen empleo y te despiden, tu experiencia activadora o “A” es la pérdida de empleo. En el punto C, la consecuencia emocional ante lo que ocurre en el punto “A” es un sentimiento de depresión, tristeza, y abatimiento que te llevan a quedarte en casa la mayor parte del tiempo y evitar salir a buscar otro empleo equivalente o quizás mejor.
Pero si te paras a pensar, te darás cuenta que “A” no es la causa de “C”, sino de “B”, que es tu creencia sobre “A”. ¿Qué creencia?. Bien, la creencia muy clara y evidente, “me gustaba el empleo que tenía”; porque me gustaba, no quería perderlo; y porque no quería perderlo, lo considero como malo, desafortunado o perjudicial.
Si tú solamente deseas o quieres el empleo, en el punto B, y te dices a ti mismo “ciertamente me gustaría conservarlo, pero si no lo consigo ¡lo siento! Solamente lo considero desafortunado o indeseable, pero no el fin del mundo”, entonces tenderás a sentirte sólo un poco contrariado, triste y pesaroso en “C”.
Pero si también crees que necesitas desesperadamente este empleo, diciéndote a ti mismo, en el punto “B”, “¡Debo tenerlo! Casi no puedo vivir sin él y considero que es terrible perderlo”, entonces experimentarás algo más que un poco triste y pesaroso, vivirás sentimientos de desesperación, depresión y completa insuficiencia en el punto “C”. Con pensamientos como éstos, incluso si conservas tu empleo hasta que mueras a los 95 años, puedes sentirte completamente infeliz aunque no tengas problema alguno.
Lo mismo ocurre cuando te sientes rechazado en el amor, en la relaciones con tus amigos o en el matrimonio y también cuando te abundan pensamientos obsesivos, de irrealidad, de desmayo, de locura que en “C” producen sentimientos de acobardamiento, miedo o temor a ti mismo porque en “B” te dices “debo ante todo controlar mis emociones; no tengo que ponerme nervioso o debo de controlar mis pensamientos y si no lo hago es terriblemente terrible”.
Tú quieres o deseas de verdad controlar inmediatamente tus emociones o pensamientos, o encontrar inmediatamente un empleo, o ser el mejor en el trabajo y todo esto lo deseas locamente y también deseas y prefieres sabiamente una vida más fácil y agradable y exiges intensamente que tienes que conseguirlo ahora mismo, inmediatamente, en el acto. Con tales deseos y exigencias, te amargarás la vida. Porque, si es necesario que controles todas tus emociones o pensamientos ahora mismo, en este momento preciso, naturalmente concluirás, cuando no lo logres inmediatamente “¡Nunca controlaré mis emociones. La vida me parece que es demasiado dura para soportarla!”. Si te mantuvieses inflexible en “B” con un pensamiento racional te dirás: “Preferiría controlar mis emociones, pero no puedo”. Si te mantienes en tus deseos y preferencias y nunca los proyectas a necesidades y exigencias irás avanzando por el camino de la madurez, pero tan pronto como conviertas tus deseos en horribles necesidades, tales afirmaciones irreales te harán sentirte peor. Porque ¿Quién demonios te ha dicho que alguien en este mundo controla todas sus emociones o consigue todas sus necesidades?. Cuando te sientes angustiado, deprimido, abatido, culpable, hostil o perturbado emocionalmente, busca tus “deberías” o tus necesidades en las relaciones con los demás, en la vida sexual, en la escuela y encontrarás la causa de tu perturbación emocional.
Una vez que te acostumbras a buscar estas exigencias, comenzarás a encontrarlas rápidamente. Entonces también puedes hacer lo mismo con tu manera de pensar irracional, muy especialmente con el pensamiento horrible, con tu no poder soportar la vida y con tus maldiciones a ti mismo y a los demás, así dejarás de sentirte un canalla, podrido o despreciable. Porque lo básico en la vida es sobrevivir y existir en cualquier forma de las reglas sociales y continuar siendo feliz en ti mismo, sin necesidad de ser un ser fantástico y maravilloso. Si no quieres sobrevivir no escuches más esta encantadora charla. Pero si te propones sobrevivir 95 años, tienes que aceptar los problemas de la vida y en lugar de decirte, por ejemplo, en una situación de conflicto amoroso, “él/ella debería quererme”, sería mejor cambiarlo por “espero que me quiera” y decirte “quizás no se case conmigo pero puedo tener un romance feliz” y si te rechaza, la vida continua y eres aceptado por los demás y tienes que continuar tus relaciones con los demás: sí, tal vez eres menos feliz, pero tienes que continuar y sobrevivir. Si eres rechazado por alguien, te sentirás triste, frustrado incluso deprimido, pero esto es normal, son las emociones que un ser humano tiene, pero si te dices que “no deberían rechazarme”, tienes garantizada tu infelicidad para siempre y esto no tiene nada que ver con la realidad. Si además te dices que es “terrible que él o ella me rechace” entonces tu infelicidad aumentará en grado sumo.
Pero, ¿por qué es terrible que me rechacen?, ¿por qué es terrible tener un fracaso sexual?, ¿por qué no aceptas el hacerlo mal? así, te pones más nervioso y no vas a solucionar nada. Además prueba eso tan terrible, y verás como resulta muy difícil de probar. Porque lo terrible está dentro de la persona, en su pensamiento y no se puede probar, es completamente imaginación y el mundo no termina ahí. Lo terrible es 100% negativo y es muy improbable. Pero lo mismo ocurre cuando alguien se dice que es el más feliz del mundo.
Ni los “debería” ni los “terrible” te pueden ayudar a alcanzar la madurez. Si es horriblemente horrible no poder controlar mis emociones o pensamientos, si es terriblemente terrible no tener un orgasmo, y debería tenerlo, y si no lo tengo, no lo tendré el resto de mi vida por que hay algo malo dentro de mi que hace que me sienta inferior…, nunca evolucionarás. Lo que tienes que pensar es en tu comportamiento en clase, en el trabajo, en el amor y buscar una solución. Tal vez tengas que pensar en tu vida desde unos años atrás y tal vez encuentres algunos asuntos relacionados con el sexo o el trabajo que tengas que resolver; las lagunas siempre se pueden rellenar. Y aunque tengas problemas emocionales, como todas las personas, puedes disfrutar de la vida y ser un amante apasionado.
Suponte, por ejemplo, que te sientes muy enfadado con tu jefe por que te ha acusado falsamente de falta de rendimiento laboral. Conoces “C” que es tu sentimiento de enfado y conoces “A” la acusación falsa de bajo rendimiento laboral. Vamos a buscar los pensamientos irracionales que te hicieron sentirte enfadado en “C”.
1º Pregúntate “¿Qué es lo que considero como horrible referente a mi enfado con el jefe?. Respuesta probable: “Pienso que es horrible que el jefe se atreva a acusarme de poco rendimiento cuando sé que he trabajado duramente”.
2º ¿Qué es lo que no puedes soportar de “A”, la acusación falsa de poco rendimiento laboral?. Respuesta probable: “Pienso que no puedo soportar que me trate así al acusarme falsa y mezquinamente, después de haber trabajado duramente”.
3º ¿Cuáles son tus necesidades o imperativos internos que experimentas en esta situación?. Respuesta probable: “Pienso en que sigo insistiendo que mi jefe no debe acusarme falsamente. También, que el jefe no debería enfadarse y que no debo tomarlo tan seriamente”.
4º ¿Cómo condenas a una persona que te acusa, así, tan falsamente? Posible respuesta: “Diciendo que es un “cabrón” por acusarme y también me desprecio a mí mismo por enfadarme de una forma tan necia”.
Hay tres creencias irracionales básicas arrastradas desde tu infancia.
1º Debo actuar bien y merecer la aprobación de mis actuaciones o de lo contrario soy considerado como un inútil podrido.
2º Los demás deben tratarme consideradamente y con amabilidad, precisamente de la forma que quiero que me traten, de lo contrario «el me pone nervioso», o «el me deprime», o «el me hace enfadar», o «el me hace sentir inseguro«.
3º Las condiciones en las que vivo deber estar bien dispuestas para que consiga prácticamente todo lo que quiero, cómoda, rápida y fácilmente y no me ocurra casi nada de lo que no quiero.
Estas tres creencias hacen que te comportes como un bebe grande. Discute contigo mismo ¿Por qué es terrible? ¿Por qué debería? ¿Por qué no puedes tener éxito la próxima vez?.
Tienes que asumir que eres humano y no un superhombre