El síndrome del burnout

Burnout es una palabra de origen inglés que significa quemado. Esta expresión se utiliza para referirse al efecto que tiene en un trabajador una situación de alto estrés en su puesto durante un periodo de tiempo prolongado. El ámbito en el que más se suele escuchar este término es en el trabajo con personas. Cuando alguien está quemado pierde la motivación para realizar su trabajo, lo realiza sin ganas. Además, se “desapega” de su función, mostrando falta de interés por su trabajo y los resultados, así como por la marcha de la empresa.

El individuo que sufre el burnout está agotado física y psicológicamente. Este agotamiento puede tener diversas causas. La falta de control del trabajador sobre su horario, las tareas a desempeñar o la carga de trabajo que ha de soportar pueden llevar al burnout. También las dudas sobre las expectativas de trabajo, no tener claro qué se espera de uno o que se supone que debe hacer. Los conflictos en el lugar de trabajo, con compañeros o superiores comúnmente, pueden desencadenar asimismo esta reacción, así como las diferencias de valores entre el individuo y la empresa o el superior.

El síndrome del burnout

Además, no solo se puede chocar con los valores de la empresa o superior, sino también con sus exigencias. Sentir que no se está a la altura o que el trabajo no se corresponde para nada a los intereses de uno puede derivar en el burnout. Otros factores relacionados más indirectamente al trabajo que pueden originar este síndrome son la falta de apoyos (amigos, familiares o personas del propio trabajo) o de actividades estimulantes fuera del trabajo.

En definitiva, el burnout esa sensación de que ya no nos importa nuestro puesto de trabajo. Hemos perdido la motivación por dar el cien por cien cada día, y lo que un día pudo ser nuestro trabajo soñado se convierte en una gran carga que tenemos que sobrellevar día a día. Ante este problema es importante contactar con un profesional que pueda asesorarnos y ayudarnos.

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