La psicoterapia grupal es un tipo de psicoterapia en la que un grupo de personas se juntan con el objetivo de tratar problemas psicológicos.
Esta terapia, ampliamente validada científicamente, ayuda a que uno se pueda comenzar a comprender a si mismo y a los demás y a trabajar la relación.
Por ello, a pesar de que la terapia grupal sea una terapia recomendable para cualquier persona, está especialmente indicada en los casos en los que la problemática que tiene una persona tiene que ver con la relación con los demás.
Pertenecer a un grupo de terapia no significa que uno tiene un problema “grave”, de hecho, la mayoría de personas que pertenecen a grupos de terapia son personas que tienen problemas comunes y que quieren vivir con una mayor calidad de vida y mayor salud mental.
Es importante comprender que para que un grupo de terapia funcione es fundamental que los miembros del grupo acudan y se comprometan con el proceso terapéutico.
Respecto al tiempo de duración y la cantidad de personas que conforman el grupo, depende en gran parte del profesional que guie el grupo y de las posibilidades que existan.
La psicoterapia grupal es ya desde hace unos años una gran aliada en los procesos terapéuticos y se utiliza en contextos muy distintos con maneras de dirigir los grupos muy diferentes.
El duelo es un proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida. El duelo nos impacta a nivel emocional, físico, cognitivo y conductual. La intensidad y las características del duelo pueden variar en gran medida en función del grado de vinculación emocional, de la propia naturaleza de la pérdida y de la forma de ser de cada persona.
Aunque el duelo se asocia directamente a la muerte, las pérdidas pueden ser muy diversas: rupturas de pareja, procesos de enfermedad o de estatus profesional.
El duelo es parte de la vida y, por tanto, es importante no patologizarlo. No obstante, a veces puede acabar complicándose, de manera que la persona queda atrapada en ese dolor que le impide seguir adelante. Puede ocurrir de muchas formas:
a) Cuadros depresivos intensos o cronificados.
b) Conductas de huida de las emociones que el duelo genera a través del uso de alcohol u otras drogas.
c) Reaparición en una pérdida presente de emociones y sentimientos de un duelo no resuelto en el pasado.
d) Presencia de fantasías de reunirse con el ser querido buscando la muerte de forma pasiva o activa.
Cuando el duelo se complica, es importante intervenir y, si es preciso, recabar la ayuda de los profesionales de salud mental. Desde Tadite ofrecemos nuestra ayuda para la elaboración del duelo y el acompañamiento en el sufrimiento, a través de la Terapia de grupo.