Hoy, tercer lunes de enero es calificado como el día más triste del año. Si la pregunta que os hacéis es si esta afirmación es real o no, os adelanto que esta afirmación no se ha validado empíricamente, por lo que, no podemos afirmar que sea cierta. Sin embargo, el blue monday está muy extendido, muchas empresas utilizan este día en sus campañas publicitarias y muchas personas dejan ver su tristeza en un día como hoy. Pero, ¿Qué hay detrás? ¿Qué hace que necesitemos un día como este? ¿Por qué ha triunfado tanto?
Desde hace unos meses hay un constante movimiento en redes sociales en las que se le da valor e importancia a la salud mental. Por primera vez, muchas personas famosas han compartido sus experiencias personales en este tema, hablando abiertamente de que acuden al psicólogo o al psiquiatra. Este hecho ha sido la catapulta necesaria para que se normalice y se eliminen antiguos estigmas que existían en relación con la salud mental. En la actualidad, muchas personas comparten la idea de que el cuidado de la salud mental es vital para poder llevar a cabo el proyecto de vida que desees.
Desde luego este movimiento, es una gran noticia para la salud general. Además, tras la pandemia, la demanda en salud mental ha aumentado considerablemente y las redes sociales no paran de informarnos de que el suicidio es la causa de muerte no natural más común en españa.
Aún así, algunos aspectos relacionados con la salud mental y las emociones negativas siguen siendo un tabú. Es ahí donde un movimiento como el blue monday guarda tanto sentido y se hace tan famoso: Necesitamos una comunidad que nos apoye en sentirnos mal, necesitamos una excusa, un pretexto que “valide” nuestra emoción. Parece que no podemos permitirnos sentir o experimentar una emoción “desagradable” sin que nos juzguemos por ello. A veces estas excusas son cosas como el blue monday, el tiempo que hace, el cambio de hora, el día de la semana que sea etc. No es que todas estas razones no hagan que a uno le baje el ánimo, pero a veces las utilizamos para permitirnos sentir algo que en el fondo es completamente normal y sano.
Días como el #BlueMonday, quizás deberían llevarnos a reflexionar, como sociedad, el por qué necesitamos depender de un contexto que justifique expresar una emoción (que ha sido catalogada como “desagradable o indeseada”) cuando todas las emociones conforman parte de nuestra vida de manera natural. Las emociones son herramientas innatas que poseemos y nos ayudan a sobrevivir: nos dan información, nos sirven para vivir en sociedad y para sobrevivir como especie. Por tanto, por muy contradictorio que pueda parecer, estar triste no es sólo normal sino que también es bueno. La tristeza es una emoción que uno debe sentir, en la duración e intensidad adecuadas a la situación que la desencadena, sin que nos impida llevar a cabo nuestra vida. En caso de que esta emoción -o cualquier otra- nos invalide, no dudes en acudir a un profesional. Todas las emociones, independientemente de cómo se cataloguen, son necesarias y útiles: en el fondo no necesitamos excusas o un día señalado en el calendario para sentirlas.