Cada vez se escucha con más frecuencia que un niño tiene TDAH. Cuando la gente oye estas palabras surgen muchas preguntas: ¿es solo un problema que presentan los niños? ¿Ocurre también con los adultos? ¿Qué pasa si no se interviene de manera temprana? ¿Cómo puedo saber si mi hijo tiene TDAH?
Son muchos los casos de niños etiquetados como “traviesos” “vagos” que llegan a la vida adulta con la autoestima dañada por estas etiquetas o con muchas dificultades para organizar su día a día, anticipar consecuencias o ser capaces de controlar sus impulsos.
¿Cómo puedo saber si mi hijo tiene TDAH?
Es importante que siempre se acuda a un profesional para que pueda determinar si realmente su hijo/a tiene TDAH. Pero aquí os dejamos algunas pistas que podéis observar en vuestros hijos para decidir si acudir a un profesional o no.
En clase
- Si normalmente está distraído “como en su mundo”.
- No apuntan las tareas en las agendas
- Olvidan o pierden objetos
- No les da tiempo a acabar fichas o exámenes.
- No entregan los trabajos cuando les corresponde u olvidan que tienen examen.
- Se retuerce continuamente en la silla o se mueve continuamente como si tuviera un motor.
- No respeta los turnos de palabra.
- Dificultad a la hora de relacionarse con los iguales.
En casa
- Los padres les tendrán que recordar muchas veces lo que tienen que hacer.
- Al hablarles parece como que no te escuchan.
- Dificultades para enfrentarse a tareas que requieren atención sostenida.
- Es necesario supervisar que llevan a cabo las tareas del colegio continuamente.
- Rompe sus juguetes.
- Cambia continuamente de juegos o actividades porque se aburre
- Si se le dan varias órdenes en casa, normalmente se acuerda solamente de una.
Establecer unas normas y unos límites bien definidos así como introducir rutinas en la vida diaria serán alguno de los objetivos a trabajar. No nos olvidemos de la importancia de reforzar la autoestima en estas etapas.