La importancia de la madurez emocional en la educación

De todos es sabido que cuando pretendemos enseñar algo a alguien, es evidente que tenemos que tener conocimientos sobre el tema, sea cual sea.

También sabemos que a la hora de ser padres, existen todo tipo de modelos: por un lado están los que lo piensan y calculan y se preocupan de la decisión que van a tomar y por otro los que tienen hijos porque les llegan.

A su vez,  están los padres que piensan en la educación de sus hijos y los que educan sobre la marcha.

Este segundo grupo se caracteriza por no tener un objetivo claro y por tanto carecen también de una estrategia a seguir. No les educan en el esfuerzo porque todo se les da, no aprenden a valorar ni a luchar por conseguir algo porque no lo necesitan, lo consiguen todo siempre, no hay respeto por el otro sea niño o adulto, en resumen, no adquieren las herramientas necesarias para desenvolverse en la vida.

También existe el modelo de padres que piensan en la educación de sus hijos, y que la tienen absolutamente programada casi desde que nacen. Para éstos padres sus hijos,  tienen que saber varios idiomas, ser deportistas exitosos, sacar notas altísimas, y ser guapos y delgados siempre..

¿Pero quién se preocupa por educarles como personas?

¿Quién tiene en cuenta los sentimientos , sean los propios o los de los demás?

¿Quien se preocupa de educar a sus hijos en la resolución de problemas de la vida cotidiana?

La importancia de la madurez emocional en la educación

La madurez emocional en los padres es  fundamental a la hora de saber educar bien a los hijos, es más , debería ser un requisito sine qua non, de sobra sabemos que para el ejercicio de cualquier profesión, se nos exigen conocimientos , exámenes y títulos , y para una profesión tan importante como la paternidad…..

Señalo algunas ideas que podrían ayudar en éste proceso

– Conocer mis sentimientos

Si aprendo a reconocer mis sentimientos(ej, tristeza) y no sólo mi apariencia externa(retraimiento, aislamiento..), me facilitará entender muchas reacciones y situaciones que a veces se me van de las manos y por lo tanto entender mejor a mis hijos

– Empatía  hacia los demás

Cuanto mejor conozca mis sentimientos, mejor conoceré los de los demás, podré entender qué les pasa, qué sienten y podré servirles de ayuda o apoyo

-Hacer frente a la ira, la ansiedad, y el estrés.

Si intento hacer frente de forma positiva a los sentimientos negativos que me aparecen, solucionaré situaciones y evitaré conflictos. Además , muchas veces nuestros hijos aprenden más de nuestras conductas que de nuestras palabras.

-Abordar los problemas de cada día

Tenemos que utilizar  dotes sociales como la comunicación y resolución de problemas, para enfrentarnos a los problemas de cada día.

La comunicación no es solo expresarse de forma clara sino también saber escuchar y aportar respuestas constructivas

Y no nos olvidemos de fijarnos objetivos, y además tienen que ser objetivos positivos y alcanzables con estrategias posibles .

Estas son sólo algunas ideas, que podrían extenderse tanto como para escribir un libro…o varios.

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